Tips para manejo óptimo en hospitales a residuos peligrosos

Los residuos peligrosos que provienen de los sectores de servicios, hidrocarburos, hospitalario, industria en general, e incluso domicilios, entre otros, se consideran fuente de riesgo para la salud y el medio ambiente, por ser corrosivos, reactivos, explosivos, tóxicos, inflamables, infecciosos o radiactivos en toda su cadena de gestión desde su generación, almacenamiento, transporte, tratamiento y disposición final.

Diego Guzmán, CEO de Atica, empresa líder en la gestión integral de residuos sólidos aprovechables y peligrosos, aceites y aguas, manifestó que, ante eso, se hace necesario la generación de un plan integral de gestión de residuos peligrosos que propenda por el cuidado de trabajadores, ciudadanía en general y ecosistemas a fin de prevenir accidentes y situaciones de emergencia.

En el caso de los residuos peligrosos hospitalarios, explicó Guzmán, su manejo integral reúne a toda la cadena de personas que integra el sector salud. Entre tanto, dio a conocer los tips para incorporar un plan de gestión de dichos materiales en estas entidades.

En primer lugar, es necesario capacitar a profesionales en medicina y enfermería y al personal administrativo y operativo, responsable de la gestión integral de los residuos, sobre las consecuencias que genera en la salud, el medio ambiente y los entornos físicos la contaminación cruzada que resulta cuando no se realiza una correcta clasificación, manipulación y separación del material peligroso del no peligroso, de acuerdo con lo dispuesto en la norma.

“Las contaminaciones se pueden dar de manera directa al mezclar residuos que transfieran microorganismos, bacterias o virus. O de forma indirecta, cuando hacemos intercambios de utensilios, empaques, superficies u otros objetos. Por ello, una vez que el personal del sector salud se haya capacitado, podrá comprender y realizar la clasificación y separación correcta de los residuos hospitalarios para darles el tratamiento más adecuado”, resaltó Guzmán.

En esa línea de ideas, agregó que es necesario revisar las áreas destinadas al almacenamiento de residuos hospitalarios para confirmar su correcta identificación y señalización, su fácil limpieza, desinfección y su acceso restringido; sumado a que cuenten con cubiertas de protección del sol y la lluvia, un tamaño adecuado de almacenamiento y, en algunos casos, con refrigeración.

Entre los tips clave está no olvidar que los residuos hospitalarios se separan, embalan, envasan, etiquetan, rotulan y almacenan en contenedores rígidos o bolsas, acorde a sus características físicas, químicas y de peligrosidad. “Estos pasos son esenciales para hacer más seguro y eficiente el proceso de recolección y garantizar un adecuado tratamiento de los materiales”, afirmó.

Asimismo, el óptimo manejo de los residuos hospitalarios continúa con el traslado de las bolsas, las cuales se deben desplazar preferiblemente en contendedores para evitar que se arrastren en suelos. “Es recomendable manipularlas solo desde su nudo y no se pueden combinar con bolsas de otro tipo de material residual”, agregó el directivo.

Las inspecciones periódicas en las áreas de almacenamiento de los residuos también son claves dentro del proceso. Estas consisten en la verificación de la temperatura, organización de los materiales por categorías, confirmación sobre la ausencia de derrames, la calidad del estado del etiquetado, la capacidad de acopio y el estado de limpieza y desinfección.

“El sector hospitalario puede contar con un kit de derrames en lugares donde hay más manipulación y almacenamiento de residuos para controlar el manejo del material”, complementó.

Para finalizar, se deben levantar matrices de identificación, evaluación y valoración de riesgos SST y Ambiental y ejecutar acciones para minimizar su vulnerabilidad y criticidad, todo en concordancia con lo dispuesta en la norma ambiental y sanitaria que reúne las actividades del sector salud.

“Con un plan de gestión integral de residuos peligrosos hospitalarios, podemos minimizar riesgo en la salud y contribuir con el cuidado del medio ambiente, toda vez este material recibe, en su última etapa de disposición final, un tratamiento de incineración”, puntualizó el directivo de Atica.

Dato: En Colombia se ha presentado un aumento en la generación de residuos peligrosos de 281.662 toneladas en 2012 a 635.518 toneladas en 2018, según el más reciente informe nacional de residuos peligrosos Respel 2018 del Ideam.

 

Tomado de Diario de Occidente