Operadores piden a los colombianos no colgarse en los pagos

Ante nuevos decretos, la industria de telecomunicaciones busca prevenir incumplimientos.

Las nuevas medidas de alivio para las telecomunicaciones que generó el decreto 555 de 2020 vienen acompañadas de la posibilidad para que millones de colombianos con una línea de celular puedan acceder sin costo a contenidos educativos de Colombia Aprende. Además, se generó un periodo de gracia para algunos segmentos, con los que los planes no serán suspendidos. 

Ante el anuncio, publicado en el decreto 555 de 2020, el gremio de los operadores teme que se «malinterprete» el decreto y que los colombianos terminen olvidando pagar sus obligaciones mensuales.

En entrevista con EL TIEMPO, Samuel Hoyos, presidente de Asomóvil explicó a quiénes benefician las medidas y los desafíos que enfrenta el sector.

¿Qué opina de la medida del periodo de gracia?

El decreto 555 de 2020 tiene varios puntos para analizar. Es importante hacer claridad en que cuando se habla de que las telecomunicaciones son un ‘servicio público escencial’ se refiere a que no se pueden suspender las labores de mantenimiento y prestación del servicio de redes y no que el servicio no se pueda suspender si alguien no paga.

¿A quiénes beneficia?

El periodo de gracia aplica para casos muy puntuales. Estamos hablando de planes por valores inferiores a 2 UTV, es decir, 71.214 pesos, los mismos que la semana pasada quedaron si cobro de IVA, un ahorro del 20 por ciento para todo ese segmento.

Hablamos de que si las personas que están en ese grupo tienen problemas para pagar se les dará un plazo de pago de un mes. Pero a nadie se le va a eximir de sus obligaciones. Entendemos que puedan surgir dificultades para las personas, pero en ningún caso es gratuidad.

Entonces, ¿cómo funcionará el mínimo vital?

Como los últimos decretos, se tratan de medidas para atender a condiciones extraordinarias y sortear la emergencia. Es importante que el decreto no vaya a ser mal interpretado. La gente debe saber que esta medida aplica únicamente para servicios móviles no para conexiones fijas o para las empresas.

Cuando el usuario beneficiado se atrase tampoco significa que no tenga que pagar sino que se le da plazo. Si vuelve y se atrasa, al usuario se le corta el servicio que tiene contratado, pero se le deja un mínimo vital de comunicación, que es distinto al plan como tal. Además del plazo de 30 días, si la persona no se pone al día, seguirá teniendo internet, pero en condiciones distintas.

Por ejemplo, si tiene 1GB, mantiene 500MB. Si pasado el plazo sigue sin ponerse al día, con el mínimo vital la persona tendrá el envío de 200 SMS sin costo (con recepción ilimitada) y podrá navegar en 20 URL asignadas por el gobierno. Además podrá realizar recargas como si fuera un número prepago. Los usuarios prepago recibirán lo mismo en SMS y también podrá navegar por la página de Colombia Aprende en versión móvil.

Pero, si alguien se ‘cuelga’ en el pago, ¿la deuda sigue? ¿qué pasa después de la emergencia?

La obligación permanece. Si alguien no paga, la deuda continúa hasta que le corten el servicio. Por ejemplo, si no paga abril y mayo, hay un corte del servicio y le dejan con el mínimo vital durante la emergencia. Igual la deuda de ambos meses, por el valor del plan, está pendiente.

Así mismo, cuando la emergencia acabe, si no se ha puesto al día, la persona queda incluso sin el mínimo vital. En ese sentido, cuando quiera reactivar el servicio (que puede ser antes de esos dos meses de atraso) tendrá que estar al día con la deuda. La deuda permanece hasta que se pague o hasta, como ocurre con cualquier otra deuda, que un juez ordene un embargo.

El propósito principal de los operadores es mantener al país conectado. El flujo de caja, como en cualquier empresa, es importante para garantizar la prestación del servicio, pero seguimos haciendo inversiones y trabajando para que la operación continúe.

¿Cuál es el impacto de estas medidas para la industria?

Estas medidas han surgido de conversaciones entre el sector y el gobierno de forma continua. Sin embargo, con excepción de la medida del IVA (que es un apoyo del Gobierno en beneficio de los usuarios), la industria ha sido quien asume el esfuerzo en la infraestructura para permitir que el servicio de internet y telecomunicaciones siga funcionando.

Por ejemplo, la medida de que tanto planes prepago como postpago, en los casos que aplica, puedan acceder a las plataformas de Colombia Aprende, coordinadas por MinTIC y MinEducación, lo hacemos porque hay que colaborar y atender a una necesidad particular: que los niños de menores recursos puedan seguir estudiando.

En este momento, si un padre o una madre en el país no tiene con qué hacer una recarga para que el niño entre a internet, sí podrá acceder a los contenidos educativos dispuestos desde el Gobierno. Son millones de colombianos que se benefician. En el país hay unos 65 millones de usuarios de telefonía móvil, en un sector donde las líneas prepago son una gran mayoría que rondaría hasta el 80 por ciento.

Somos solidarios con la situación y cumplimos con las obligaciones del Gobierno. Los operadores son los que están corriendo con la posibilidad de asegurar el mínimo vital, en las condiciones descritas, por el periodo que dure el estado de emergencia. También hemos permitido que todas las descargas de la aplicación CoronApp Colombia, una herramienta clave para la información tanto para ciudadanos como para entes de salud, no generen ningún gasto de datos.

El mayor aporte es que se pueda garantizar el funcionamiento. Pero en eso no estamos solos. Es importante que las personas y el gobierno y todos trabajemos de la mano.

¿Qué le piden a los usuarios?

Además del uso responsable de internet y de priorizar los usos laborales y educativos para evitar fallas en la prestación del servicio, creemos que es importante que los ciudadanos que puedan hagan el esfuerzo de mantenerse al día en el cumplimiento de sus obligaciones.

Los operadores necesitan seguir funcionando, pagando a sus trabajadores y colaboradores para poder seguir prestando el servicio. Imagine esta coyuntura sin Internet, cuando ha sido la herramienta para poder continuar dinamizando la economía en la medida de lo posible. Todos somos parte clave de la cadena económica para que todos podamos seguir cumpliendo de forma oportuna las obligaciones.

Entendemos que algunas personas podrán tener problemas, que están en esos casos puntuales, pero no se debe abusar de la generosidad de la industria. Nos preocupa que una malinterpretación de la medida se convierta un estimulo del no pago pues afecta la sostenibilidad del servicio.

¿Qué hay de quienes están pensando en cancelar?

Entendemos que algunos podrán optar por ello. Es por eso que hemos dicho que esta industria es sensible a los cambios en el mercado. Cuando a la economía le bien a la industria le va bien y lo mismo en el sentido contrario.

Así como los hogares y las empresas están recibiendo el golpe, sabemos que el impacto se va a trasladar hacia nosotros y hacia los servicios que esos sectores consumen. Si una empresa quiebra deberá valorar lo que es importante para ellos, en un momento donde internet es el único medio por el que se siguen haciendo miles de actividades. Es lo que mantiene que el país funcione, aunque sea a poca marcha, sin internet los domicilios, las noticias, la banca, el comercio serían distintos.

Tomado de El Tiempo