La contaminación por el plástico de un solo uso es la otra cara mundial de la pandemia

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, América Latina y el Caribe producen 541.000 toneladas de basuras diarias

 

La pandemia del covid-19 no solo ha traído efectos negativos para la humanidad, sino también para el planeta tierra. A pesar de que las medidas de aislamiento en distintos países del mundo redujeron las emisiones de CO2, como en China, donde disminuyeron en 25%, la producción masiva de tapabocas, geles antibacteriales y la acumulación de desechos médicos están generando contaminación que los países no saben cómo manejar.

Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), América Latina y el Caribe es una región que produce 541.000 toneladas de basuras diarias, de las cuales más de 90% no son recicladas. Para el organismo internacional, este problema puede aumentar hasta en 25% para 2050.

Si se tiene en cuenta que, según la consultora Health Market Research, las farmacias españolas vendieron un récord de 42 millones de mascarillas en mayo, y que China -según datos de AFP- ha exportado 3.860 millones de estas al mundo desde el 1 de marzo, son cada vez más los deshechos con los que tienen que lidiar los países.

Peor aún, cuando se estima que cada tapabocas demora hasta 400 años en desintegrarse y que más de diez millones de mascarillas queden como residuos en las calles cada mes. Según data el informe, en marzo la producción de mascarillas en España no fue superior a 169.000, pero para mayo las cifras alcanzaron los 1,4 millones de unidades.

“El incremento en el plástico de un solo uso está asociado a la demanda de equipos de protección, como tapabocas, mascarillas y guantes, tanto a nivel médico como personal”, explicó el profesor del departamento de Economía de la Universidad del Norte, Andrés Vargas.

Para el experto, el reto para todos los países estará en robustecer los planes de manejo de residuos sólidos, para así incrementar la proporción de plásticos que se disponen adecuadamente y evitar que lleguen a deteriorar los ecosistemas.

“La demanda del consumidor por empaques en materiales amigables es un motor muy fuerte que hay que aprovechar”, agregó.

En Colombia, además de la contaminación que genera la acumulación de desechos médicos, la Procuraduría delegada para Salud, Protección Social y Trabajo Decente advirtió que, entre abril y octubre, al país ingresaron más de 126 millones de tapabocas que no cuentan con registro sanitario ni certificación Invima.

Según cifras de Kantar, en el país el consumo masivo aumentó 16% en marzo, el primer mes del aislamiento obligatorio. Mientras tanto, la categoría que incluye productos como el tapabocas subió hasta 27% en abril.

Deben aplicarse las medidas vigentes

Para el exministro de Ambiente, Manuel Rodríguez, en Colombia ya hay medidas que pueden aplicarse para el manejo de residuos de hospitales y equipos médicos, que aumentaron durante la pandemia.

Para el exfuncionario el problema recae en el uso cotidiano de tapabocas, geles antibacteriales, entre otros productos, por lo que indicó que el Gobierno debe “aplicar las medidas ya existentes” para la protección del medio ambiente. “Debería haber alguna indicación de las autoridades sobre cómo los ciudadanos debemos disponer de los desechos de esos productos que usamos diariamente”, aseguró.

Salomón Asmar Soto – sasmar@larepublica.com.co

Tomado de La República