Este año se sobrepasó la meta que la autoridad ambiental había propuesto para 2027, de alcanzar una reducción de 60% en el consumo
En 2016 el Gobierno Nacional expidió la Ley 668 del 28 de abril, la cual reglamenta el uso racional de las bolsas plásticas. La medida empezó a ser aplicada a partir de 2017 y desde entonces se han visto avances en la reducción del consumo en supermercados y establecimientos de régimen común.
Durante el primer año, según cifras de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), el consumo se redujo 35% en los puntos de pago de los establecimientos monitoreados por la entidad y el gravamen de los primeros seis meses sobrepasó los $10.404 millones.
En el momento en que la Ley empezó a funcionar, la Anla planteó una meta supuesto sobre la reducción de la distribución de bolsas en los puntos de pago, en la que expresaba que se deberían garantizar bajas anuales mínimas de 5% -Porcentaje de Reducción de Bolsa (PRB)- hasta alcanzar por lo menos 60% con respecto al año base.
Según la Entidad para el corte de 2017 se esperaba una reducción de 10%, estimación que se superó con 53% y cerca de 573 millones de bolsas plásticas que se dejaron de consumir.
Para los años posteriores se preveía una reducción de 15% en 2018; 20% en 2019, y 25% en 2020, y un incremento mínimo constante de 5% hasta llegar a 2027, fecha que se tenía propuesto alcanzar 60% de reducción respecto al porcentaje del 2017 como año base.
Sin embargo, en 2019 la meta también se alcanzó con una caída de 20% y se espera, según estimaciones de Acoplásticos, que este año la reducción se mantenga entre 15 o 20% para un total agregado de 65%, con lo que se superaría la meta estipulada para 2027 por la Anla.
A la fecha, las bolsas plásticas representan 3% de la industria plástica nacional, y según cifras de la entidad, es decir, que dentro de los 1,3 millones de toneladas de plástico que se procesan anualmente solo 39.000 se utilizan para fabricar bolsas.
Teniendo en cuenta los resultados alcanzados desde que se puso en marcha la Ley, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible creó la Mesa Nacional para la Gestión Sostenible del Plástico en 2018, en la cual, lanzó su propia meta en la que se busca reemplazar el 100% de las bolsas que causan el impuesto nacional, con la fabricación de bolsas biodegradables o reutilizables.
Estas últimas, más las que se utilizan para empacar productos preempacados, no estaban enmarcadas dentro del pago de impuestos.
Sobre estas últimas cifras del Minambiente, el director del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional, Gonzalo Andrade, señaló que los resultados son difíciles de cumplir “porque dentro de Colombia no se ha prohibido en su totalidad el consumo de bolsas de plástico o plásticos de un solo uso, lo que hace que en los supermercados y en el comercio informal se siga presentando un consumo. No está prohibido al 100% el uso del plástico, sino que se prohibe que el supermercado entregue gratis el producto, sin embargo, cuando alguien no lleva su bolsa de tela termina comprando”, agregó Andrade.
Sobre el mercado, Daniel Mitchell, presidente ejecutivo de Acoplásticos, señaló que cada vez son más las empresas que migran hacia otros productos distintos a los amparados por la ley, como las bolsas para la basura, y las bolsas biodegradables o reutilizables, lo que les permite continuar sus ventas en el mercado.
Además, Mitchell señaló que otra de las medidas que han tomado las empresas productoras y distribuidoras de plástico ha sido la de fabricación de bolsas de colores para la separación de los residuos, aprovechando que según lo estipulado por el Minambiente, a partir del primero de mayo de este año se implementará la reglamentación del código de colores de las bolsas plásticas para separación en la fuente.
Con la medida se espera que los consumidores distribuyan los residuos en bolsas de tres colores: verde, para residuos orgánicos aprovechables; azul, para residuos aprovechables como plástico, vidrio, metales y multicapa, y el gris, para residuos aprovechables de papel y cartón.
Para el Presidente Ejecutivo de Asoplásticos esta decisión surge como una promoción sostenible que contribuye a la educación de los consumidores y que en alguna medida sigue incentivando al consumo de este producto de la industria.
Sobre campañas, la organización cuenta con una llamada “Dale Vida al Plástico” que tiene como objetivo abordar preocupaciones ambientales con iniciativas que ayuden a los consumidores a mejorar su hábitos frente a los residuos y así estimular la separación en la fuente para mejorar los datos de reciclaje y contaminación.
Hasta el momento, Colombia se encuentra entre los 33 países que tienen una prohibición parcial del plástico. Mientras que Panamá, México y Chile ya han adoptado la prohibición total como medida de cuidado al medio ambiente.
Respecto a esto, algunas ciudades del país adelantan también procesos para sumarse a la prohibición total de plásticos de un solo uso, como es el caso de Bogotá con un proyecto que actualmente se encuentra en estudio por parte de la Secretaría de Ambiente, así como los surgidos desde las gobernaciones de Boyacá y San Andrés.
Industria de plástico
Aunque se ha presentado una reducción en el consumo de bolsas, la industria ha tenido un crecimiento constante en los últimos dos años ya que este producto no representaba un gran volumen.
Según cifras de Asoplásticos, mientras que en 2018 el crecimiento en ventas fue de 1,5%, en 2019 fue de 3% y se espera que para corte de 2020 la cifra alcance 5%.
“Analizando las inversiones los pedidos de materia prima y la dinámica de exportaciones el propósito es que el crecimiento suba este año”, agregó Mitchell, que también explicó que hay que tener en cuenta que las bolsas plásticas representan un porcentaje muy pequeño dentro de la industria, en la cual hay productos para el sector automotriz, implementos para el área de la salud, industrial, etc, por lo cual, el crecimiento que se espera no está relacionado con el consumo de bolsas ni su impuesto.
Laura Sofía Solórzano C
Tomado de La República