Satisfacción. Tal vez es la palabra que mejor defina la sensación que tiene Carlos Reyes cada vez que sale de su casa a trabajar. A pesar de que gran parte de la sociedad y el mundo permanecen en cuarentena a causa del coronavirus, su labor es una de las que no para y es esencial para el bienestar de los habitantes de la capital del país.

Tiene 56 años y lleva 31 trabajando en la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB). Allí se desempeña como operario de limpieza de alcantarillado de la ciudad, una función que no permite el teletrabajo y que es importante para evitar que al río Bogotá le llegue un mayor número de vertimientos y residuos de basura, y que, además previene las inundaciones a causa del taponamiento de las tuberías.

Trabaja de domingo a domingo y todos los días se levanta temprano para comenzar su jornada. Sale de su casa ubicada en la localidad de Kennedy, donde vive con su esposa, y llega a una de las sedes de la EAAB, ubicada en la calle 18 con carrera 33, cerca a Paloquemao. Lo hace en una de las rutas que presta la empresa.

Allí, con otros de sus compañeros recibe los reportes de los sectores de la capital que tienen que cubrir y salen a las calles en overoles de neopreono, guantes, cascos, máscaras especiales y tapabocas N95, para poder ingresar seguros a los pozos. Su trabajo tiene riesgo biológico.

En las diferentes zonas de la capital donde su trabajo es requerido llegan en su camión con una máquina que se denomina Vactor, que con succión y presión remueve los lodos y basuras represadas en los sumideros. Cada día Carlos y su equipo retiran cuatro toneladas de basura.

 

Con trajes de neopreno, mascaras y tapabocas N95, Carlos Reyes y su equipo ingresan a los pozos.

“Con la máquina también limpiamos tuberías que comúnmente se llenan de basuras o grasas, de los desechos que botan a las calles y la lluvia las va acumulando. Si no se limpian pueden causar inundaciones o llegar al río. Cuando hay obstáculos de gran volumen que la máquina no puede removerlos y nos toca manualmente”, comentó Carlos Reyes.

En lo corrido del año se han retirado de las redes de alcantarillado, canales y ríos de la ciudad un total de 17.000 toneladas de basura, se han limpiado 5.300 sumideros y 44 kilómetros de canales. En tiempo de coronavirus esta labor debe continuar y son 250 los operarios que hacen esta labor exclusivamente y de forma conjunta con aguas de Bogotá.

Una vez terminada su jornada Carlos Reyes llega a casa con la satisfacción del deber cumplido. “Trabajar en este periodo de confinamiento, más allá de las precauciones, me genera satisfacción porque sé que le estoy prestando un servicio necesario a toda la comunidad y día a día trabajamos por tener las redes en óptimas condiciones”, concluyó el experto operario.

Tomado de Semana Sostenible