Tomado de Portafolio
La cumbre sobre el cambio climático termina el viernes.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) que inició el domingo 31 de octubre en Glasgow, Escocia y que tenía la premisa de lograr acuerdos rápidos y duraderos para combatir la emergencia climática por ahora deja un balance agridulce.
Si bien la jefa del clima de la ONU, Patricia Espinosa, reclamó “más ambición” en los compromisos, en especial a los países del G20, para cumplir las metas de reducción de emisiones pues señaló que son estas naciones, las responsables de cerca del 80 % de las emisiones globales.
“O elegimos una rápida reducción de emisiones a gran escala para mantener el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados o la humanidad se enfrenta a un futuro desolador”, dijo.
Además, como en París 2015 (COP21) se esperaba un gran acuerdo para sustituir al finalizado Protocolo de Kioto y se logró un acuerdo histórico. Seis años después del Acuerdo de París, el liderazgo político, económico y social para su ejecución sigue siendo fundamental y de ahí la presencia de los grandes dirigentes en la apertura, con un mensaje rotundo entre la realidad y la esperanza.
Entre las ausencias notables para estos compromisos está la del presidente ruso, Vladimir Putin o el de China, Xi Jinping, cuyo país es el principal emisor de CO2 en términos absolutos. Además, de América Latina no acudirán ni el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ni el brasileño Jair Bolsonaro.
Al momento, el primer compromiso de más de 100 países está en reducir las emisiones de metano en un 30% para 2030, la iniciativa liderada por la Unión Europea y Estados Unidos incluye a seis de los 10 mayores emisores de metano del mundo: Estados Unidos, Indonesia, Nigeria, Pakistán, México y Brasil.
La reducción es necesaria si se quiere mantener el aumento de la temperatura en la Tierra a un techo máximo de 1,5 grados.
En cuanto a los recursos para la a financiación de los proyectos medioambientales, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) creará un fondo de US$20 millones junto al Gobierno de Alemania para respaldar las políticas y apoyar proyectos de asistencia técnica en Iberoamérica y el Caribe.
Por ejemplo, Colombia logró US$1.200 millones en financiación, por parte del BID (US$600 millones) y con agencias de cooperación bilateral de países aliados como Francia, Alemania, Reino Unido, Corea y Suecia, US$600 millones adicionales.
De acuerdo con el presidente Iván Duque, la operación está respaldando la ruta para la carbono neutralidad a 2050, para reducir en 51% las emisiones de gases efecto invernadero a 2030 y el apoyo a la extensión del área de protección marina.
Colombia tiene la meta de tener 30% del territorio nacional, tanto continental como marino, declarado como área protegida y se sumaron 16 millones de hectáreas marinas para totalizar 28 millones de hectáreas de zonas en reserva.
De otro lado, Reino Unido, anfitrión de la reunión anunció que 77 países se han comprometido a eliminar el uso y producción de carbón de forma gradual. Se espera que cerca de 190 naciones se unan al acuerdo, que los territorios ricos renuncien al mineral en la década de 2030 y los países pobres a lo largo del 2040.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, apuntó que hay escepticismo en los compromisos hechos en la reunión. “Seamos claros: existe un grave riesgo de que Glasgow no cumpla”, dijo.
Incluso el primer ministro británico, Boris Johnson, apuntó que llamará a “pasar de las aspiraciones a la acción” y que los países desarrollados eleven su apoyo financiero a las naciones en desarrollo afectadas por la crisis climática. Reino Unido, por ejemplo, que aumentará su ayuda en 1.000 millones de libras y así, su contribución alcanzaría los 12.600 millones de libras (o 14.900 millones de euros).
En ese mismo sentido, los jóvenes, entre ellos Greta Thunberg, protestaron contra el “bla, bla, bla” y las “promesas vacías” de la cumbre.
“Los líderes continúan deliberadamente con la explotación de la naturaleza y las personas, destruyen las condiciones de vida presentes y futuras”, dijo Thunberg.
La activista sueca aseguró que “la COP26 es un fracaso; resulta obvio que las cumbres del clima se han convertido en eventos de relaciones públicas”, que en su opinión “solo sirven para perpetuar la pobreza y la desigualdad, al tiempo que la élite mantiene sus beneficios”, manifestó.
Agregó que esta es la cumbre menos inclusiva y la definió como “un festival de ecoposturetas en el que se anuncian promesas bonitas, pero detrás de la cortina rechazan tomar cualquier iniciativa de acción climática”.
En la ultima semana se asumirán compromisos más fuertes, pero además está la firme certeza de que aún queda trabajo por hacer.