Tunja, Montería, Cartagena, Palmira, Sincelejo, sur de La Guajira y San Andrés, preparadas para la crisis hídrica

No se esperan racionamientos en estas ciudades debido a los planes de inversión público privados en gestión del agua que redujeron la vulnerabilidad del sistema.

Bogotá, abril de 2024. Judith Buelvas, presidente de Veolia en Colombia y quien tiene a su cargo la operación de gestión del agua en 7 zonas del país, indicó que “La clave para evitar situaciones como las sequías extremas que enfrentamos, radica en la planificación, tecnología, ejecución anticipada, ética, gestión oportuna y preventiva de las inversiones; recordemos que históricamente nos hemos enfrentado a la paradoja de exceso o escasez de agua, así como a su ausencia en momentos y lugares cruciales. Esta situación subraya la urgencia de adaptarnos y evaluar las medidas que hemos implementado, con foco en la particularidad de cada territorio y en función del rol que tiene cada uno en el sistema hídrico nacional.”

En medio de esta crisis las empresas de servicios públicos desempeñan un papel crucial en la búsqueda de soluciones. Por ejemplo, en Sucre y Córdoba, Veolia junto con los gobiernos municipales está extrayendo agua de acuíferos profundos para mantener un suministro estable en medio de la escasez de lluvias. Esta acción es producto de años de investigación, gestión técnica del acuífero y estudios hidrogeológicos, lo que ha permitido resolver el problema de estas ciudades, permitiendo incluso la expansión a zonas rurales dispersas.

Por otro lado, en Tunja la compañía ha desempeñado un papel fundamental en la adaptación al cambio climático al modernizar el sistema de abastecimiento y reducir las pérdidas de este líquido vital. En los últimos 27 años, la ciudad ha logrado reducir las pérdidas en su sistema de acueducto del 62% a menos del 20%.

En Palmira ha logrado incrementar la eficiencia operativa de la red de distribución y reducir las pérdidas de agua del 35.06% (2013) al 22.11% (2023).

En la Isla de San Andrés, se ha invertido en infraestructura y tecnología para mejorar la eficiencia operativa y reducir las pérdidas de agua, contribuyendo así a su conservación.

En Cartagena, a pesar de la notable disminución de los niveles en el Canal del Dique, la ciudad no presenta riesgo de desabastecimiento y avanza positivamente en el marco de la activación del plan de contingencia.

En La Guajira avanza el Pacto por la Gobernanza del Agua, el cual involucra a todos los sectores sociales en la protección del recurso, basados en un principio de trabajo concertado entre los diferentes actores sociales, de manera que cada quien desde su rol, ejecute las acciones necesarias para contrarrestar las grandes mafias que históricamente se han lucrado por el acaparamiento del agua potable.

En Montería durante el último año Veolia ha demostrado su compromiso con el uso de fuentes renovables de energía al utilizar 11.491.000 kWh de electricidad generada por la Hidroeléctrica del Guavio. Esto ha resultado en la eliminación de emisiones de CO2 por MWh y la obtención de la Certificación de Redención del INTERNATIONAL REC STANDARD. Además, en respuesta a la variabilidad climática y la presión sobre el servicio durante la temporada seca, se ha implementado con éxito el proyecto “Captación Nivel Cero”, asegurando un suministro estable de agua incluso en niveles bajos del río y garantizando así la disponibilidad del recurso vital para la comunidad.

De esta manera, las acciones llevadas a cabo en estas zonas han logrado reducir el impacto de la escasez de agua, y son ejemplo para que se continúen aplicando en todo el país como una estrategia eficiente en medio de la crisis.

“Buscamos que municipios e industrias puedan contar con soluciones ambientales que les permitan hacer frente a la crisis hídrica que enfrenta Colombia, sin olvidar que la responsabilidad de la conservación del agua no recae únicamente en empresas y gobiernos, sino en toda la sociedad. En este momento crítico, la unión de esfuerzos es fundamental para asegurar una transformación ecológica, porque sin agua, no hay desarrollo”,  señala Buelvas.