Tomará tres años recuperar el consumo de energía y gas

Según la Upme, este último tendría la caída más profunda en 2020 y la mayor recuperación en 2021.

El freno en seco que Colombia le aplicó a su economía para contener la pandemia del covid-19, que se observa en el alto desempleo superior al 21 por ciento en mayo y que se verá en una caída del PIB de al menos el 5,5 por ciento según el Ministerio de Hacienda, también le pegará duro al consumo de energéticos, con efectos visibles en el largo plazo.

Eso es lo que muestran las nuevas proyecciones de consumo de electricidad, gas y combustibles líquidos que realizó hace unas semanas la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme), que con datos tomados hasta el 17 de junio hizo una revisión especial de las estimaciones.

En el documento, que advierte de que hay una gran incertidumbre a la hora de hacer los cálculos debido a los diversos escenarios que se pueden presentar, el equipo técnico de la Upme señala que solo después de 2026 el consumo de energía eléctrica se acercará a las proyecciones que había antes de la pandemia.

Por ejemplo, para 2020 se pasó de una estimación inicial de 74.074 gigavatios hora año a una de 72.935, es decir, 1.139 gigavatios menos, pero la cifra implicaría un aumento del 1,4 por ciento frente al cierre de 2019, en contraste con un crecimiento mensual promedio de 4,05 por ciento en el año y un 4,9 por ciento entre enero y febrero de 2020.

Para la proyección, la Upme construyó cinco escenarios (precovid, abril, mayo, mayo alto y mayo bajo) y definió un sexto llamado ‘resultante’, en el que se le dio peso mayor a los escenarios mayo-covid en el corto plazo, luego se da más peso al escenario abril-covid y precovid y, a partir del año 2026, el 90 por ciento del peso es para el escenario precovid- 19.

“Este escenario considera una transición de mediano plazo entre las proyecciones. Puede ser considerado como una senda de transición en la recuperación de la confianza por parte de los consumidores”, explica el documento.

Y recalca que bajo este supuesto se prevé que en el corto plazo hay dificultades para recuperar el consumo, pero gradualmente se hace un traslado a escenarios con perspectivas de consumo mayores, lo que implicaría que el covid-19 tendría un impacto en el corto y mediano plazo, pero no significaría cambios estructurales en el largo plazo.


Puntualmente, sobre el período 2020 y 2021, la Upme advierte que dependiendo de las medidas que se adopten, la demanda de electricidad puede llegar hasta niveles que superen los 200 gigavatios hora día, pero en caso de que la economía no se recupere, continuaría en niveles de 190 gigavatios hora día.

Sin embargo, con respecto al choque generado en el primer trimestre en el PIB por el covid-19, se estima que la demanda de electricidad se contraería 12 por ciento en el segundo trimestre del 2020 y la contracción se elevaría a 13,2 por ciento en el tercer trimestre, caída que se reduciría a partir del cuarto trimestre, aunque solo hasta el segundo trimestre de 2023 el consumo de electricidad estaría aproximadamente en niveles previos a la pandemia.

Esta proyección no incorpora señales de recuperación o de choques positivos en el PIB.

Gas caerá más fuerte

Para estimar el nivel de recuperación del consumo de gas natural, la Upme también tomó cinco escenarios, que al combinarse con otras variables, como la entrada de nuevos proyectos que usan gas natural, el consumo actual ajustado a la coyuntura de la pandemia y la entrada de proyectos de sustitución y eficiencia energética, arrojaron que la recuperación del consumo de gas natural a niveles de 2019 se presentaría entre 2021 y 2024 para los tres primeros escenarios de covid-19.

Y en un escenario de crecimiento económico bajo, la demanda no se recuperaría en menos de seis años.

Así, para el 2020, el país ya no consumirá 555 giga BTU (unidad británica de poder calórico) diarios, sino 477 giga BTU día en el escenario más optimista, y entre 2021 y 2026, en ningún año la nueva estimación de consumo iguala la proyección que había antes de la pandemia.

“Se proyecta que entre 2020 y 2021 se presenten tasas de crecimiento promedio mes entre 3 por ciento y 14 por ciento, como viene ocurriendo desde mitad de mayo, y que luego de ese período se crezca a tasas de entre 0,6 por ciento y 1,8 por ciento”, indica el reporte.

En resumen, los resultados indican que la demanda de gas se contraería hasta en 60 por ciento durante el segundo trimestre de 2020 respecto al primer trimestre del año (anterior al efecto del covid-19) y recuperaría en 2022 los niveles de 2019.

Y agrega que entre el tercer trimestre de 2022 y el segundo trimestre de 2023, el gas natural retorna a los niveles previos a la pandemia. “De los tres energéticos, el gas natural podría tener la caída más profunda en 2020, pero también, la mayor velocidad de recuperación en 2021”, recalca la Upme.

Combustibles líquidos

Al igual que para el caso de energía eléctrica y gas natural, la Upme hizo un ejercicio impulso-respuesta para estimar el tiempo que tardaría la demanda de combustibles líquidos en recuperarse tras un choque del PIB como el que se espera que se registre en el segundo trimestre de 2020.

Los resultados de este ejercicio indican que, en conjunto, la demanda de combustibles líquidos (ACPM, gasolina y combustible de avión, conocido como jet fuel) se contraería hasta en 39 por ciento en respuesta al choque del PIB por la pandemia.

Igualmente, las cuentas señalan que se retornaría a niveles previos al covid-19 entre el tercer trimestre de 2022 y el segundo trimestre de 2023, en gran parte porque la recuperación del consumo del jet fuel será más lenta que en el caso de la gasolina y el ACPM.

ÓMAR G. AHUMADA ROJAS

Tomado de El Tiempo