EPM, Cerrejón, Comparta EPS, TGI, GeoPark y la Eaab son las organizaciones que buscan abrir más oportunidades en el campo
Salomón Asmar Soto – sasmar@larepublica.com.co
En Colombia, así como en gran parte de Latinoamérica, las mujeres que ocupan altos cargos empresariales son minoría y pese a que los expertos señalan que se ha avanzado en el cierre de brechas laborales aún son pocas en cargos como CEO, o miembros de juntas directivas de las grandes organizaciones.
Un ejemplo claro de esta afirmación es que dentro de las 100 empresas más grandes del país, según las cifras de la Supersociedades a 2019, solo seis son lideradas por mujeres, aunque sean varias las que ocupen puestos de relevancia e incidencia dentro de estas.
El grupo lo lidera la presidente del Cerrejón, Claudia Bejarano, empresa con ingresos superiores a los $3 billones; le sigue Cristina Arango, gerente de la Eaab, que con ingresos por $2 billones llega al puesto 59 de las compañías más grandes, y el podio lo cierra Marcela Vaca, directora de GeoPark.
En el top 100 también está en el puesto 84 Mónica Hernández, gerente de Comparta EPS, y Mónica Contreras, presidente de TGI, empresa que en 2019 clasificó en el puesto 86. Al ranking también entró recientemente Mónica Ruiz, si la junta de EPM la ratifica en la gerencia.
Según un estudio de Kantar la realidad empieza a mejorar en la empresas que salen de las 100 más grandes, ya que en Colombia hay 33,5 % de mujeres en cargos gerenciales o directivos, cifra por encima del promedio mundial que está en 29%, y mayor que en países como Perú, con 19%, y México, con 18%.
En Latinoamérica, República Dominicana (50,5%), Honduras (41%) y Brasil (38,7%) son los que mayor cantidad de mujeres tienen en puestos directivos, mientras tanto, en el mundo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), solo 19% de los puestos ejecutivos en el mundo registrados en 2019 fueron ocupados por mujeres.
Para los expertos, teniendo en cuenta las cifras, la responsabilidad de las líderes empresariales en Colombia no es solo seguir cumpliendo con sus labores gerenciales, sino también abrir camino para cambiar esta realidad. En una coyuntura como la pandemia del covid-19, en la que, en octubre, por cada dos hombres siete mujeres perdieron su empleo, según cifras del Dane, las grandes empresarias del país deben seguir apostando también por la diversidad y la inclusión.
“Esta es una responsabilidad de doble vía. Por un lado, las empresas deben dar las mismas oportunidades a todas las personas, hombres y mujeres, a la vez que es necesario eliminar cualquier barrera que pueda frenar el desarrollo de una profesional por el solo hecho de ser mujer. Por el otro, nosotras debemos esforzarnos y dar lo máximo en nuestro trabajo, como cualquier otro compañero y mostrar lo que somos capaces de aportar”, indicó la presidenta de Cerrejón, Claudia Bejarano, quien tiene como labor enfrentar la crisis del carbón.
Pese a esto la empresa aportaría $300.000 millones al país en solo regalías, eso, si los bloqueos permiten que la compañía retome su operación cerca a la de 2019, de 26,3 millones de toneladas.
Para la directiva, asumir este tipo de responsabilidad es crucial, pues marca el camino para que otras mujeres alcancen puestos de relevancia. “Esto me obliga a ser fiel a los principios que me hicieron llegar hasta esta posición: conocimiento, compromiso, ética y trabajo duro”.
Otra de las empresarias entre las 100 más grandes, Marcela Vaca Torres, coincidió en que la responsabilidad es ampliar la representación femenina en un sector que catalogó como “tradicionalmente masculino”.
“Debemos demostrar a las profesionales de todos los niveles que es posible asumir grandes retos y que nuestra participación es fundamental para hacer que las empresas no solo sean rentables, sino también promotoras del desarrollo social”, dijo.
El modelo de GeoPark, indicó Vaca, contempla desde su fundación como fórmula para el éxito el conformar el mejor equipo de trabajo disponible, “lo que ha resultado en una fuerza laboral diversa, siendo 45% del equipo directivo y 34% de toda nuestra planta integrado por mujeres”.
Para la gerente general de la Empresa de Acueducto de Bogotá, Cristina Arango, ser tan pocas en estos espacios de liderazgo impone un reto a la educación. “Se debe garantizar que las mujeres alcancen niveles de capacitación que les permitan aspirar a competir y replantear las cargas que tradicionalmente asumen -y se esperan- de manera paralela al laboral; sin estas transformaciones no es posible la igualdad.
LOS CONTRASTES
Claudia Bejarano
Presidenta del Cerrejón
“Las empresas deben dar las mismas oportunidades a todas las personas: hombres o mujeres, y a la vez eliminar barreras que puedan frenar a las profesionales”.
Marcela Vaca
Directora general de GeoPark
“Hay que demostrar a las profesionales de todos los niveles que es posible asumir grandes retos y que nuestra participación es fundamental para el desarrollo social”.
Cristina Arango
Gerente de Acueducto de Bogotá
“Se debe garantizar que las mujeres puedan alcanzar los niveles de capacitación que les permitan aspirar a competir y ocupar los cargos que deseen”.
Mónica ContrerasPresidenta de TGI
“Estoy convencida de que la participación femenina en las juntas directivas hace que el país gane en productividad y crecimiento sostenible e incluyente”.
Tomado de La República