Tomado de Portafolio
Se ha venido incrementando la tarifa de aseo sin que se vea cambio en los ingresos de los recicladores.
Hemos encontrado fallas en la medición que sirve como referencia al cobro del esquema de aprovechamiento, mejor conocido como reciclaje, en el servicio de aseo. Una de las metas trazadoras para el cumplimiento de los ODS al 2030 es tener una tasa de aprovechamiento del 17,9%, y, según información del Gobierno Nacional ya estamos en el 14%, lo que nos sitúa en valores similares a Alemania o Francia y superiores al promedio latinoamericano, sin embargo, revisando información disponible y comparándola con la que muestra nuestro sector, este dato no coincide.
El esquema de aprovechamiento, reglamentado por Minvivienda en el Decreto 596 de 2016, permite el cobro de esta actividad en la tarifa del servicio de aseo según las toneladas que se reciclen en cada municipio, además de una progresividad de hasta cinco años para el cumplimiento de las obligaciones por parte de las organizaciones de recicladores de oficio que realizan la actividad.
El esquema tiene como referencia que las toneladas que se cobran en la tarifa al usuario dependen de la factura de venta de estos materiales, es decir, de dinámicas de mercado externo. Esto es novedoso y bien intencionado, pero algunos están aprovechando la dificultad del control en la medición para, eventualmente, inflar las cifras en provecho de pocos y en detrimento de la mayoría.
A septiembre del 2021, la Superservicios tiene registrados 786 prestadores de aprovechamiento, de los cuales 89% están en progresividad. En el 2020 se reportaron 1,9 millones de toneladas en el SUI. Con estos datos se podría decir que la política ha sido un éxito. Pero, no todo lo que brilla es oro.
La entidad ha evidenciado problemáticas respecto a los reportes: i) Crecimiento mensual y sostenido del número de toneladas reportadas y registro de prestadores; ii) Crecimiento de toneladas a un ritmo del 7% mensual y todos los meses en promedio 14 prestadores nuevos reportan toneladas aprovechadas, lo cual muestra una inusual actividad empresarial en este campo; iii) tasas de aprovechamiento en el marco del servicio público notablemente superiores a las de países desarrollados, por ejemplo en Bogotá 37%; Sogamoso 32%; Yopal 20%; Villavicencio 20% y Soacha 18%.
De ahí la evidente necesidad de revisión, ajuste y control. Lo preocupante es que por virtud de estas cifras se ha venido incrementando la tarifa de aseo sin que se vea cambio en los ingresos reales de los recicladores de oficio, que es el objeto de este esquema, ni tampoco una disminución en toneladas dispuestas en los rellenos, por el contrario, están aumentando, lo que indica que algo no está funcionando bien ni de manera transparente.
Se necesita revisión integral del esquema para sincerar los datos y saber cómo vamos en el cumplimiento de la meta, pero sin olvidar el objetivo central de esta norma que es impactar positivamente a usuarios y recicladores evitando que sigan pagando justos por pecadores.
Camilo Sánchez
Presidente de Andesco.