Camilo Sánchez, Presidente de Andesco
Tomado de Portafolio
El 2023 presenta escenarios de decrecimiento económico, con valores cercanos al 2%. Esto exige implementar medidas contracíclicas que estimulen favorablemente la economía y uno de los sectores propicios para lograrlo, sin duda, es el de TIC.
En un reciente estudio hecho para Millicon por parte de Raúl Kast y asociados, se muestra la enorme oportunidad de incrementar la digitalización de la sociedad en seguridad, educación, salud, transporte, justicia, logística, entre otros, para lograr la verdadera transformación digital y mejores estadios de prosperidad.
Un aumento del 10% en la penetración de la banda ancha fija incrementa el PIB per cápita en 1,47%; 10% adicional en la penetración de usuarios únicos de banda ancha móvil crece el PIB per cápita en 1,7% y un 2,3% más en inclusión financiera. Incrementar 10% en el índice de digitalización permitiría 5,7% más de productividad y subiría el empleo en 2,4%.
La inversión per cápita es de USD 33,82, por debajo de la media mundial de USD 51,81, luego hay una tarea enorme para reducir la pobreza digital definida como no tener acceso a tecnologías 4G o superiores.
Los montos destinados a innovación y desarrollo en el presupuesto nacional son de menos del 1% lo cual implica baja formación digital de mano de obra, siendo una barrera para la transformación digital.
Reiteramos entonces que hay que tener una disponibilidad de suficiente cantidad de espectro a precios razonables. En América Latina es 1,7 veces mayor el costo que en Europa y Colombia es de los más altos. La evidencia empírica muestra que cuando se priorizan los ingresos del Estado en la gestión del espectro, el despliegue de la red puede verse seriamente comprometido. Cada peso menos de costo de espectro es un peso más invertido sectorialmente y un 1% menos significa 0,45% de aumento en la cobertura de 4G. Hay que ser audaces disminuyendo el valor tal y como eventualmente se hará en Ecuador o incluso, entregarlo sin costo como ya pasó en Venezuela. Mejores ingresos en la economía en general compensarán este valor.
También hay que limitar las tasas reguladoras a un máximo del 0,5% de los ingresos, una contribución al fondo de servicio universal (FSU) inferior al 1% de los ingresos, eliminación de impuestos específicos sobre las telecomunicaciones y de aranceles e IVA en fibra óptica, cableado y smartphones y computadores. La inversión del Fondo estará acompasada con la obligaciones de hacer por parte de los operadores.
Además, reducir drásticamente la piratería supondría un aumento del 34,3% en la producción audiovisual nacional y 18,8% adicional en la penetración de la televisión paga.
Todas las cifras anteriores muestran contundentemente que para cerrar brechas y seguir la senda del desarrollo requerida hay que crecer en el sector de TIC. Como dice el adagio “prefiero correr el riesgo y equivocarme a quedarme quieto y arrepentirme”.