Camilo Sánchez, Presidente de Andesco
Tomado de Portafolio
Nadie quiere repetir los escenarios del apagón de 1992 por sus consecuencias nefastas, en lo económico perdimos 2,5% del PIB; socialmente, disparó la pobreza y costó muchos años recuperarnos. Quienes no conocen su historia están condenados a repetir sus errores.
Se está generando la tormenta perfecta: los proyectos eólicos y solares de La Guajira no estarán operando a finales de año; el cronograma de las dos nuevas turbinas de Hidroituango está muy apretado; la demanda de energía que apuesta a la reactivación económica sigue creciendo, pero la oferta va lenta.
En el escenario más crítico, las térmicas deberán cubrir cerca del 50% de la demanda. Tenemos que anticiparnos para no ser corresponsables por acción u omisión. Lo primero, respaldar la institucionalidad, fortaleciendo desde lo técnico a la Creg, Superservicios, Anla, Upme y Consulta Previa, y generar incentivos y políticas para encarar oportunamente esta contingencia.
En la última reunión intergremial con la ministra de Minas y Energía, propusimos desde Andesco adelantar una campaña de uso responsable de la energía y el agua para afrontar el fenómeno de ‘El Niño’, del cual solo falta conocer su intensidad y duración.
A corto plazo es necesario asegurar: a) Coordinación y comunicación continua entre prestadores y gobierno, con mecanismos de seguimiento para la toma de decisiones adecuadas; b) Gestión técnica del agua embalsada evitando riesgos en la generación; c) Suministro de combustibles para las plantas térmicas, desde seguimiento a los mantenimientos de los campos de gas hasta la logística de combustibles líquidos; d) Conexión y entrada ágil de proyectos de generación y transmisión; e) Estabilidad del flujo de caja para comercializadores de energía, especialmente los más expuestos a bolsa, pagando oportunamente los subsidios y resolviendo los saldos de la opción tarifaria; f) Garantía de no intervención o cambios estructurales que empeoren la situación o generen señales adversas al mercado, g) No satanizar inversión privada. A mediano y largo plazo, asegurar el abastecimiento más allá del 2026, realizando la subasta del Cargo por Confiabilidad para 2027-2028; avanzar en la planta de regasificación Pacífico y su gasoducto, definiendo el pago de esta infraestructura y alternativas como la ampliación de la del Caribe.a Gestionar y materializar mayores reservas probadas de gas natural, para asegurar su disponibilidad para las térmicas.
El cargo por confiabilidad ya pagado, cree el gobierno, es el instrumento para evitar el apagón, denominándolo equívocamente como un seguro, desconociendo que este pago ha permitido la expansión y disponibilidad de plantas para atender la demanda, especialmente en momentos de escasez, y que se requiere aumentar más la oferta.
Como usuarios debemos aportar realizando el uso responsable de la energía; la industria, comercio e instituciones públicas, acelerar sus programas de eficiencia energética. En el pasado ya se promovió una campaña de ahorro ‘apagar paga’. Recordemos que tenemos que esperar lo mejor, pero prepararnos para lo peor