El salto del GEB a las grandes ligas

Tomado de Valora Analitik

El nuevo acuerdo con Enel, que pasará para aprobación de las Juntas directivas de Emgesa, Codensa y Enel Green Power, le abre las puertas al Grupo Energía Bogotá (GEB) para ingresar de lleno en el desarrollo de energías renovables no convencionales (ERNC) e incursionar de manera más activa en innovación y analítica de datos.

Estos negocios se sumarán a su participación en el transporte y distribución de gas natural y transmisión de energía eléctrica, consolidando el liderazgo de la compañía en un sector tan competido y con tantas expectativas de crecimiento como el energético. (Ver más Energía y Minería)

En renovables no convencionales está todo por hacer porque el país apenas está despegando y su participación en la matriz energética es inferior al 2%. Actualmente hay cerca de 250 megavatios instalados, muy inferiores a la meta del Gobierno nacional de llegar a 2.500 megavatios al 2022.

En esa competencia por ese gran mercado, en el que están listos para entrar en operación varios proyectos y otros están pidiendo pista, las compañías del sector tienen la mira puesta. Una de las que aún no había ingresado era el Grupo Energía Bogotá, que selló recientemente un acuerdo con su socio, la italiana Enel, líder mundial en la materia. El acuerdo le permitirá al GEB hacer parte de una compañía potente en el sector energético, que surgirá de la fusión de los activos de Emgesa, Codensa y Enel Green Power.

Esta nueva compañía, en la que el GEB tendrá una participación del 42,515%, será una de las grandes jugadoras del sector energético de Colombia y Centroamérica, permitiéndole al Grupo saltar a las grandes ligas.  Será la principal generadora y líder en distribución de energía del país, con participación en negocios de energía eólica y solar.

Presencia regional

Cabe señalar, que el GEB inició su expansión internacional en 2002 cuando llegó a Perú para el desarrollo de proyectos de transmisión, en asocio con ISA. Hoy en ese país es líder en la distribución de gas natural, un combustible más amigable con el medio ambiente y más económico. El Grupo ha ayudado a la masificación de este combustible con sus filiales Cálidda y Contugas. En Brasil tiene alrededor de 2.500 kilómetros de líneas de transmisión, pero su objetivo es seguir creciendo en este mercado, que tiene un gran potencial en un país con una población superior a los 210 millones de habitantes.

En Centroamérica, el GEB está presente en Guatemala, en el que desarrolla el proyecto de transmisión de energía eléctrica más importante de la región. Tras el acuerdo con Enel también tendrá también presencia en Costa Rica y Panamá.

Y la intención es seguir creciendo. Según el presidente del GEB, Juan Ricardo Ortega, se tienen previstas inversiones en renovables no convencionales por más de $2 billones. “El sector energético es un ganador y se están dando grandes transformaciones para responder al cambio climático”, dice.

Pero el Grupo también quiere seguir expandiendo su red de transmisión de energía eléctrica – es número dos en Colombia después de ISA-. Por eso mantiene su interés en esta compañía con la que se complementa y con la que podría participar en proyectos de transmisión a nivel mundial teniendo en cuenta que en Europa y Estados Unidos se construirán alrededor de 16 millones de kilómetros de líneas.

En el tema de analítica de datos la nueva compañía que resultará de la fusión puede hacer sinergias con la Agencia Analítica de Datos (Ágata), del Distrito Capital, en la que el GEB tiene una participación del 40%. En ciudades inteligentes hay todo por hacer.

Por ejemplo, se requiere un mayor impulso en la movilidad eléctrica. Aunque ya circulan buses eléctricos en el sistema de transporte masivo es necesario seguir fortaleciendo la movilidad sostenible para disminuir la contaminación del aire. Una de las grandes metas del Gobierno es que al 2030 estén rodando 600.000 automóviles eléctricos o híbridos- hoy no superan los 5.000-. Así mismo, en Bogotá y en las grandes capitales, se desarrollarán negocios para que la iluminación pública sea más eficiente y para tener medidores inteligentes de energía, en los que el GEB tiene mucho interés.

La posibilidad de participación en negocios del GEB y Enel es inmensa porque el nuevo acuerdo las complementa y potencializa. Ahora, tras las aprobaciones de las asambleas de accionistas y el respaldo del Tribunal de Arbitramento, se abren oportunidades para que las dos compañías sigan creciendo y para que como lo dice Ortega, Colombia, y particularmente el norte del país, se convierta en un hub energético en América Latina.