En la discusión de la Reforma Laboral, es imprescindible contar con un análisis riguroso de su impacto, incluyendo su costo fiscal. Cualquier iniciativa que comprometa la sostenibilidad financiera y el crecimiento económico debe ser evaluada con responsabilidad. Sin embargo, preocupan disposiciones como la eliminación de la contratación por prestación de servicios, que reduciría la flexibilidad laboral y dificultaría la creación de nuevos empleos. Estudios del Banco de la República advierten que el incremento en los costos salariales podría recortar hasta 454.000 empleos formales en cuatro años, afectando la productividad y la formalización laboral.
El Consejo Gremial Nacional rechaza cualquier forma de presión que distorsione el debate democrático, como el llamado a movilizaciones justo el día de la votación de la reforma. La independencia del Congreso debe garantizarse sin interferencias que generen incertidumbre económica y social. Asimismo, pedimos respeto por los gremios, cuyo papel en la construcción de políticas públicas debe ser valorado en el marco del diálogo democrático.
Respaldamos la decisión de los senadores que, con criterio técnico y responsabilidad, han apoyado el archivo de la reforma. El Consejo Gremial Nacional continuará participando activamente en estos debates, promoviendo propuestas que fomenten el empleo, la formalización laboral y la estabilidad económica del país.