180 millones de árboles y mucho más

Es hora de que el país se comprometa con una política de bosques para enfrentar la crisis ambiental.

Bienvenido el anuncio del presidente Duque en Davos, de plantar 180 millones de árboles de aquí a agosto de 2022, puesto que ya es hora de que el país se comprometa con una política de bosques de alta ambición para enfrentar la profunda crisis ambiental que nos afecta. Y es que justamente con la reforestación se mitiga el cambio climático, se protegen las cuencas hidrográficas, se protege la diversidad de flora y fauna, y se disminuye la erosión. Pero, como lo subrayó José Miguel Orozco, uno de los gurús forestales del país (EL TIEMPO, 24 de enero), la meta anunciada por el Presidente representa la mitad de la establecida en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), la cual asciende a más de 360 millones de árboles para los cuatro años de su mandato. Veamos.

El PND prevé una restauración de 300.000 hectáreas de bosques con el fin de recuperar ecosistemas que han desaparecido o están en proceso de hacerlo, mediante la siembra de un promedio de 600 árboles de diversas especies por hectárea y de procesos de revegetalización natural, lo que equivale a un total de 180 millones de árboles. Este es el programa al que el Presidente se refirió en Davos.

En segundo lugar, el PND señala que se establecerán 122.00 hectáreas de bosques comerciales, lo que implica plantar 1.100 árboles por hectárea para sumar un total de 133 millones de árboles. Es un programa bajo la responsabilidad del sector privado y cuya realización exige una fuerte política gubernamental que lo soporte.

Y en el PND también se señala el establecimiento de 280.000 hectáreas de sistemas silvopastoriles, como estrategia para transformar la ganadería extensiva en una que tenga mayor productividad y sea más amigable con el medio ambiente. En promedio, en estos sistemas se plantan 200 árboles por hectárea, conjuntamente con otros arbustos y especies vegetales para alimentar el ganado. Pero en el último Congreso de Fedegán, el ministro de Agricultura disminuyó esa meta a 100.000 hectáreas de aquí a 2022, lo que sumaría 20 millones de árboles y no 56 millones como originalmente fue propuesto. Es una meta muy poco ambiciosa puesto que a este ritmo se requerirían 50 años para transformar 2 millones de hectáreas, cuando hoy se dedican a la ganadería 34 millones de hectáreas que, en balance, registran una baja productividad y generan un grave daño ambiental.

El Foro Nacional Ambiental se propone recomendar al Gobierno Nacional que se amplíe el horizonte de la política de bosques hasta 2030, a partir de un constructivo debate público al respecto. Esta política debería incorporar: 1) las metas de los tres programas mencionados del PND, que implican plantar 360 millones de árboles durante el gobierno Duque, y la fijación de unas metas, aún más ambiciosas, para el período 2023-2030; 2) el programa para el manejo y aprovechamiento sostenible de los bosques naturales, y 3) el programa para combatir en forma radical la deforestación, hasta llevarla a cero en diez años, en línea con los compromisos adquiridos recientemente con Noruega, Alemania y el Reino Unido a partir de una cooperación de 360 millones de dólares.

Además, existen otros recursos económicos nuevos para el sector ambiental que podrían canalizarse, en parte, para financiar estos programas: la participación en las regalías (900.000 millones de pesos anuales), aprobada en diciembre pasado, y los recursos provenientes del impuesto al carbono. Para desarrollar esta gran política con sus seis programas se requiere una robusta organización especializada, con el más alto nivel técnico y de ejecución, que la lidere. Y es que con la capacidad con que hoy se cuenta para realizar una política de este alcance no llegaríamos a ninguna parte. Se trata de asegurar el éxito de lo que podría ser la política de bosques más ambiciosa en la historia del país, que se realizaría de aquí al 2030, en coincidencia con el período de cumplimiento de los ODS y del Acuerdo de París sobre cambio climático. Es posible, actuemos en grande.

MANUEL RODRÍGUEZ BECERRA

El Tiempo